De los orígenes al presente
En 1981, en el corazón de Barcelona, nace Galería Cortina como una iniciativa familiar guiada por la pasión por el arte. En una ciudad efervescente culturalmente, la galería se consolida rápidamente como punto de encuentro para coleccionistas, artistas y amantes del arte que buscan algo más que una transacción: una experiencia estética y humana.
Durante sus primeras décadas, la galería construyó una base sólida a través de una curaduría exigente, con obras que dialogaban entre la modernidad y las nuevas vanguardias. El enfoque siempre fue claro: calidad por encima de cantidad, selección rigurosa y compromiso con la trayectoria de los artistas representados.
Segunda generación: visión estratégica, proyección internacional
La incorporación de la segunda generación marcó un nuevo impulso: el modelo evolucionó hacia una estructura profesionalizada, con fuerte presencia en ferias internacionales y un claro enfoque en el mercado secundario de arte moderno, contemporáneo y Pop Art.
La galería pasó de ser un espacio físico a convertirse en una plataforma estratégica, donde el arte se aborda como activo emocional, cultural y patrimonial. Este cambio no perdió el alma del proyecto original, sino que lo amplificó con herramientas de inteligencia de mercado, asesoramiento consultivo y una mirada global.
Una galería boutique con alma y método
Hoy, Galería Cortina es sinónimo de excelencia curatorial, acompañamiento personalizado y selección de obras icónicas con potencial de revalorización. Desde nuestra sede en el Eixample de Barcelona hasta nuestras participaciones en ferias internacionales como París, Londres, Miami, Colonia, entre otras, nos movemos con un modelo boutique que combina sensibilidad artística con visión estratégica.
Apostamos por una relación profunda con nuestros coleccionistas: entendemos sus motivaciones, construimos con ellos una colección coherente y les ayudamos a integrar el arte en sus estructuras familiares y patrimoniales.
Mirada hacia el futuro
El mundo del arte vive un cambio generacional y tecnológico. En Galería Cortina respondemos a este desafío con una actitud abierta, profesional y a la vez fiel a nuestros principios. Apostamos por la digitalización, la transparencia y la formación continua, sin perder el contacto humano que nos define.
Seguiremos ampliando nuestra presencia internacional, fortaleciendo alianzas y ofreciendo obras con historia, sentido y valor. Porque creemos que el arte, bien acompañado, es una de las formas más bellas y sólidas de construir patrimonio.
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Desde Barcelona para el mundo, seguimos construyendo puentes entre el arte y el patrimonio, entre la emoción y la inversión.
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